Nos llamamos Maria Galán, Marina Casals y Maria Andújar y os vamos a explicar nuestra experiencia en la cabalgata de Reyes.
Primero llegamos a “el Patronat” donde nos estaba esperando una señora con una lista donde te decían la ropa que tenías que llevar y, si eras ángel, te llevaba a maquillar. Los demás (que no eran ángeles) se esperaban arriba a que todo estuviera listo. Después, nos dividían por grupos según nuestro rey y nos daban la ropa; luego ya estábamos listas para salir a hacer de pajes y de ángeles.
Los ángeles iban los primeros con la estrella que guiaba a los reyes; luego el rey blanco; después Baltasar, y, por último, Melchor. Cuando empezamos, no había mucha gente ya que no era una calle muy importante, pero luego llegamos a la plaza y ahí había mucha más gente de la que nos habíamos imaginado. Los niños estaban alegres y nos emocionó mucho ver cómo algunos soltaban alguna lágrima. Hubo un problema técnico ya que una carroza no se paraba de estropear. Cada poco tiempo, la carroza se paraba. A parte de eso, nos lo pasamos genial repartiendo coronas y saludando con la mano. Seguramente repetiremos.